Tiempos empleados:
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Día 26
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Col de Tenles (2200m) a Refugio Sarradets (2589m)
1h15'
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Día 27
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Refugio Sarradets (2589m) > Brecha de Rolando
(2807m) 34'
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Refugio Sarradets (2589m) > Casco (3006m)
1h34'
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Refugio Sarradets (2589m) > la Torre (3012m)
2h50'
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Refugio Sarradets (2589m) > Espalda (3073m)
4h38'
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Refugio Sarradets (2589m) > Cascada
occidental (3098m) 4h48'
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Refugio Sarradets (2589m) > Cascada central
(3111m) 5h10'
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Refugio Sarradets (2589m) > Cascada oriental
(3161m) 5h38'
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Refugio Sarradets (2589m) > Marboré (3248m)
6h00'
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Marbore (3248m) > Brecha (2807m) 2h56'
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Brecha (2807m) > Taillon (3144m) 35' (solo
Sergio y Oscar)
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Taillon (3144m)
> Brecha (2807m) 25' (solo Sergio y Oscar)
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Brecha (2807m)
> Col de Tenles (2200m) 1h57'
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Tiempo total: Muchas horas, las cuentas os las
dejo a vosotras y vosotros, lectores.
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Desnivel positivo acumulado, ni mucho ni poco,
depende de cada una y uno, como diría Einstein, todo es relativo.
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Dia 28
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Resaca de los jóvenes por ir de marcha a fiestas
de Luz St Sauveur, instigados por el adulto, claro está.
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Caminata (dominguera) por el circo de Troumouse.
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A comer al estado español (huevos fritos con
longaniza, en la gasolinera de Formigal).
Menuda excursión más extraordinariamente elegante,
chulísima, guay del Paraguay, flipante, pa mear y no verter gota, chulísima, a
no que eso ya lo he dicho, bueno, a lo que vamos, hoy toca CIRCO DE
GAVARNIE!!!!!!
Tras todo un verano dando la matraca nuestro fiel amigo
Kike, primero que si lo voy a hacer solo, luego que si lo voy a hacer solo,
después que si alguien me quiero acompañar o lo haré solo porque he buscado la
ruta en blogs y es algo que hay que hacer por imperativo moral,… Y tras erre
que erre, nos convenció al final a unos irreductibles montañeros para ir en la
conquista de esa gran aventura que prometía, consistente en realizar siete
tresmiles en un día, saliendo desde el refugio de Sarradets -al cual subimos en
la tarde anterior desde el Col de Tenles donde se dejan los coches-, para subir
a la brecha de Rolando, y luego ir recorriendo todo el circo de Gavarnie con
sus correspondientes cimas (casco del Marboré, Torre, Espalda, las tres
cascadas y el Marboré) hasta llegar al Marboré, y volver de nuevo a la brecha
para descender hasta el parking. Y aunque no estaba incluida en el plan,
durante la marcha se incluyó también la ascensión al Taillón tras regresar a la
brecha después de realizar los 7 tres miles, aunque esta última aventura solo
estaba hecha para gente alta, rubia, fuerte, guapa y con dinero, los primos
Ripalda.
El nombre en clave que se le dio a la excursión fue “Que
bien te veo Gavarnie”, ya que el pueblo francés es visible desde cualquiera de
las cimas que ese conquistamos, y los intrépidos y alocados montañeros que
osaron a la diosa montaña fueron Kike, Roy (viejete pero en forma), Oscar,
Palacin y Ricardo, éste último se merece una mención especial, pues el tío,
nunca antes había ido a los Pirineos para realizar alguna ascensión, es decir,
fue su primera vez, se desvirgó con 7 tres miles, y hay que decir que aunque
dicen de las primeras veces que si no son buenas, él lo bordó, dejando boqui
abiertos al resto de camaradas de expedición.
Tras describir la aventura y a los componentes de la misma,
toca comenzar a narrar un poco a groso modo como se sucedieron los dos días que
anduvimos por ese paraje espectacular, sí dominguero, aunque tu físico no te lo
permita o te lo ponga difícil, deberías de intentarlo, subir algo más de hasta
donde tu coche te permite, dejar el asfalto y sus alrededores y adentrarte en
ese mundo mágico donde solo sendas y piedras hallarás, y a los hitos seguirás,
para conquistar la cima que solo con tu vista puedes ahora localizar.
El viernes 19 de Septiembre, tras unas cuantas horas en coche
por buena parte del Pirineo francés, alcanzamos traspasar por Gavarnie el Col
de Tenles, donde los 5 nos equipamos para la guerra, y comenzamos a andar por
una pista asfaltada-labrada, si primero asfaltada, y luego labrada para que no
pasen los coches, en dirección al puerto de Bujaruelo, desde donde cogeremos la
GR-11 que gira a la izquierda y suavemente va ascendiendo pasando justo por
debajo del Taillón, hasta llegar a una zona por donde bajan las aguas que hay
que atravesar, y aunque no presenta ningún riesgo, hay que andar como siempre
en la montaña con cuidado. Y una vez pasada esta zona, la senda empieza a zig
zagear más verticalmente para superar el desnivel que nos deja justo en el
refugio de Sarradets. Aquí ya comenzamos a flipar en colorines, pues tenemos
ante nuestros ojos bonitos azules (solo Oscar) una impresionante muralla que
presenta un mordisco perfecto, como si a mano se hubiera tallado, y bajo sus
faldas el agua se precipita 423 metros de caía libre otorgando a esta bella
nube de vapor de agua el honor de ser la cascada más alta de Europa, la Cascada
de Gavarnie. Ya podemos ver nuestros 7 (luego 8) objetivos, y empezamos a
fantasear con la ruta, poniendo la mirada siempre en esa muesca de leyenda y
fantasía, la brecha de Rolando. El cielo se empieza a oscurecer y tras la cena
compartida con una gente muy maja, y no menos roncadora…, de Castellón, nos
metemos en nuestros sacos pronto pues el día que nos espera será duro, muy
bonito pero duro.
Nos despertamos, o mejor dicho, nos levantamos pues los
ronquidos eran importantes y dificultaban el sueño, y sin aún haber amanecido
emprendemos la ruta por una senda que sube por la morrena directa hasta la
brecha de Rolando. En poco tiempo salvamos un desnivel de casi 300 mts, lo que
a más de uno asustó ante la que se le podía venir encima, pero realmente era
porque estaba frío y aun digiriendo la mermelada del desayuno. Para llegar a la
brecha, debemos atravesar un nevero que con sol y buen tiempo sería fácil, pero
de noches y fresquele como hacía fue quizá lo más arriesgado de toda la
jornada, ya que había que cruzar por algún tramo algo helado, pero nada que con
talante y buen hacer se pudiera superar.
Cuando llegamos a la brecha comenzamos a ver los primeros
rayos de sol, Lorenzo ya nos quiere saludar, y nosotros lo recibimos de buen
grado como es de esperar, aunque cierto es que durante la primera parte de la
excursión anduvimos cara sur y la sombra era el pan nuestro de cada día, pero
ojo al loro, que habrá tiempo para hartarnos de sol!!!
Desde la brecha, nos vamos moviendo sin dificultad y sin
apenas perder altura hacia el este para pasar por debajo de nuestro primer tres
mil del día, el Casco del Marbore. Y una vez rebasado por su base éste, la ruta
gira para empezar a subir por una pedrera no difícil hasta pocos metros antes
de la cima, donde hay que superar un sencillo paso de trepada y así logramos
llegar al PRIMERO!!! Vistas espectaculares a Gavarnie, al valle de Ordesa, a
Sarradets, a Kike, a todo, vamos.
De esta primera cima a la segunda, la Torre del Marbore,
poca distancia hay pero debemos bajar hasta casi el punto en el que previamente
la senda nos había conducido desde la brecha, y seguir dirección este. Hay dos
rutas, una que asciende por una pala híper pepina de inclinada y con piedras
grandes, pequeñas, finas, gruesa y de todos los colores, para al final volver a
trepar un poco más, u otra más sencilla, mas “light”, pero más larga a su vez.
De todos modos nos decantamos por la segunda ya que gente delante nuestra así
nos lo indica. Así, en una horeta más, y sin sudar aun, algunos porque a Oscar
la frente ya le brillaba desde que se levantó y salió del saco, llegamos a la
SEGUNDA!!!!
Ahora a la vista y hacia el este vemos en orden la Espalda,
las tres cascadas y el Marboré. Para llegar a ellas, toca andar un buen tramo,
pues la ruta más sencilla y manejable (porque parece haber una que sube directa
a la Espalda pero hay que escalar algo más serio), pasa por debajo de todas las
cima hasta situarse aproximadamente entre el Marboré y el Cilindro. Así pues,
comenzamos a bajar de la Torre de nuevo dirección este y tratando de perder la
menos altura posible. Cruzamos unos cuantos neveros, vemos las impresionantes
paredes sur de la Espalda, hipotetizamos por cual podría ser esa ruta directa a
la cima, y ahora sí, nos comenzamos a asar de calor. Seguimos la ruta hasta
llegar al punto que he comentado antes, desde donde comenzaremos a subir
dirección oeste y en diagonal, por un sencillo terreno que nos dejará en nuestra
cima TERCERA!!!!
Desde la Espalda del Marboré, vemos más cerca el resto de
cimas que nos queda, y observamos con desgana la vuelta que hemos dado para
llegar desde la Torre hasta aquí, pero amigo/a mío/a, es lo que hay. Y además,
no estamos aquí para andar? No hemos venido a las montañas para recorrerlas?
Husmearlas? Cotillearlas? Descubrirlas? Pues sí, el que algo quiere, algo le
cuesta, y si fuera tan fácil como ir del hotel a la playa, el subir a estas
maravillosas cumbres con unas vistas orgásmicas, que a todas y todos nos
gustan, seguramente Florentino and Company ya habría encontrado un jugoso
negocio con esta belleza terrenal. Por eso, la montaña debe entrañar
compromiso, sufrimiento, disciplina, riesgo, y sobre todo, mucho amor hacia lo
que hacemos, ya que solo así, se podrán seguir saboreando estos momentos de
felicidad dignos de quienes osan al descanso del colchón a pie de playa, de
quienes no se rinden tras horas de lucha, de quienes pueden y… quieren hacerlo.
Bueno tras esta pequeña reflexión personal, continúo. De la
cima de la Espalda a la Cascada occidental apenas nos separan 200 mts en línea
recta casi. Así, llegamos de modo muy fácil y sencillo a la CUARTA!!!!
Para alcanzar la Cascada central, debemos de bajar por una
chimenea muy fácil, y subir un poco por una pendiente anunciada, corta pero
intensa. Y sin más preámbulos, ni más tontería, ni más nada, cae la QUINTA!!!!
Solo quedan dos, y que dos. Primero, la que para todos
nosotros tubo más belleza su ascensión la Cascada oriental, pues para
alcanzarla tuvimos que trepar un poco, y luego crestear con unos cuantos
cientos de metros de caída libre a nuestra izquierda. No es difícil, no tiene
más riesgo que cualquier otra cima, pero la adrenalina que sientes aquí, sin
duda alguna no es la misma que cuando subes por una colina sin precipicio a 2
metros tuya. Tras esto, tenemos en nuestra saca la SEXTA!!!!
Y ya solo queda el Marboré, la séptima y última de nuestra
misión 7x3. El camino es fácil, hay que ir dirección noreste, bajar muy muy poquito
por una senda clara, y subir por otra igual de sencilla unos cien metros de
desnivel. De este modo, y tras seis horas, alcanzamos muy contentos, y muy
satisfechos, nuestra SEPTIMA CIMA!!!!
Tras unas foticos de rigor, almorzamos bastante bien en un
vivac situado en la misma cima del Marboré y emprendemos el camino de descenso,
y menudo descenso, ya que nos desorientamos un poco, no sabíamos bien por dónde
ir, el sol apretaba en las caras de lo lindo, y el cansancio hacía mella en
nuestros esculpidos cuerpos de espartanos. Al final, tras mirar por aquí, por
allá, hacía arriba, o hacía abajo. Volvimos casi de nuevo a subir a la cima de
la Torre, cosa que algunos la cuentan en su libreta personal de 3000 subidos… Y
ahora sí que bajamos por aquella canal de piedras sueltas que describí
anteriormente.
Llegando ya a la Brecha, la idea de subir al Taillón me
seduce del todo, aún hay tiempo si dejamos las mochilas y nos damos cerita. Me
auto convenzo y hablo con Oscar que va
junto a mí un poco más adelantados del resto.
No pone muchas pegas al plan, pues no ha subido nunca al Taillón y por
poco más habrá subido un tres mil más. Así, les decimos al resto de compañeros
que nos vamos adelante y ya quedaremos en el refugio o en el coche. Tras su OK,
escondemos las mochilas, nos apretamos bien las botas, the botes, y le damos
leña al mono que es de goma, es decir, empezamos a subir a un ritmo rápido
dirección el Taillón, hasta que en poco tiempo alcanzamos la OCTAVA Y ULTIMA
CIMA DE LA JORNADA YEAH BABY!!!!!
No paramos mucho en la cima pues aún queda bajada, así, nos
reapretamos las botas, the botes, y empezamos a descender como cabrillas hasta
llegar de nuevo a la brecha donde cogemos las mochicas de nuevo y ahora sí,
empezamos a descender al refugio de Sarradets. Si para subir cruzamos un nevero
algo jodido por hielo, no tiene mejor pinta ahora de bajada, por lo tanto, y
siguiendo a unos que vemos a lo lejos como han bajado, nos tiramos por una
ladera patinando por las piedras, lo cual hace que la bajada sea fácil y cómoda.
A los pocos minutos conseguimos alcanzar el refugio, paramos unos minutos para recoger sacos y no sé qué
más, y continuamos descendiendo. El último tramo se hace largo y pesado, pues
aunque no hay casi desnivel de bajar, sí unos cuantos kilómetros, que sumados a
todos los recorridos durante el día, hacen que Oscar desfallezca y no quiera ni
trotar. Menos mal que le amenizo el camino cantándole al oído un himno
partigiano “bella ciao”, al mismo tiempo que le traduzco la canción.
Y por fin, ya atardeciendo, llegamos al coche donde nos
esperan nuestros compis de excursión que tampoco hace mucho que han llegado.
Nos secamos el sudor, y nos metemos en el coche para ir a reunirnos con otras
montañeras de Artieda que nos esperan en un poblado galo más debajo de
Gavarnie.
A continuación una buena retaila de fotos que narran mejor
esta gran aventura. Salud y besos!!