lunes, 22 de octubre de 2012

PEÑA RUEBA-FERRATA LA MORA 2



Tiempo de subida: 2 h 10 min (1 h 5 min hasta que alcanzamos la base de la vía ferrata)
Tiempo de bajada: 1h 30 min
Tiempo de almuerzo: 40 min
Tiempo total: 4 h 20 min
Desnivel: 550m
Dificultad: Media

El domingo 30 de Septiembre, las increíbles montañeras de Artieda, ahora con la vena ferratera más motivada que la de la alta montaña, se acercaron a las proximidades de Murillo, en la Hoya de Huesca, para proceder con la ejecución de la ferrata la mora, en Peña Rueba. Un increíble macizo que da lugar a unas vistas privilegiadas de los Mayos de Riglos al Este, sobre el río Gallego, y en la dirección contraria encontramos los Mayos de Agüero, no tan famosos como los anteriores pero merecedores de halagos e importancia.

La expedición, numerosa de nuevo, constaba de 8 miembros, los cuales eran: Carlos, Israel, Yaiza, Sergio, Oscar, Victor, Laspidea y Jose Antonio, un nuevo elemento que se inicio en el arte de la ferrata quedándole un gusto más que dulce tras la finalización de la aventura.

El día comenzó como es de costumbre, saliendo unos 15 minutos tarde de la hora fijada el día anterior, así, los 5 que iban desde Artieda cogerían el coche sobre las 8:30 para reunirse con sus compañeros que viajaban desde Zaragoza a Murillo sobre las 9:30 de la mañana.

Tras el alquiler del material necesario, cogimos los coches para recorrer la pista que nos aproxima desde Murillo hasta la zona de la vía ferrata.

Al inicio, íbamos bien abrigados debido al frío que nos hacía pasar el viento, fenómeno que fue cesando con el paso de las horas, dando lugar a un día caluroso en el que la hidratación se hizo esencial.

La primera parte del recorrido se hace a pié, tramo que nos llevo 1 hora y 5 minutos a ritmo fuerte. Se sigue un sendero bien marcado que pasa por la base del inicio de varías vías de escalada en el macizo, donde los escaladores regalan esfuerzos con generosidad y en algún momento nos paramos a mirar como ejecutan los movimientos que los hacen mimetizar con la roca. Luego la senda continúa su camino, picando siempre, hasta llegar a una zona de pedreguera que se sube por la izquierda, ya que el camino está mucho mejor, y no litiga tanto las fuerzas. Así, se alcanza el inicio de la ferrata equipada.

Nos ponemos los arneses, y uno por uno vamos subiendo. El inicio tiene una pared muy bonita, con pocas grapas y alguna cadena, lo que hace que el contacto con la roca sea necesario en muchos momentos. No tiene mucha longitud, pero es aérea y las vistas son muy bonitas. 
 
Al final de la pared, alcanzamos la cima, donde se llega a un cortado que da lugar a un sueño. Los Pirineos regalan toda su belleza, de Oeste a Este, del Bisaurín, la trilogñia del Aspe, el Midi, Peña Oroel, Collarada, los picos de Panticosa… hasta Monte Perdido y demás.

Vivimos un momento de reencuentro con la naturaleza y poniendo próximos objetivos en el calendario, continuamos el camino cresteando hacía el Este hasta llegar a la zona del almuerzo. Aquí, los Mayos de Riglos se hacen incluso pequeños ante nuestros ojos, y el río Gallego desciende bravo y libre tierras abajo, entonces se nos viene una imagen a la cabeza y una idea, no podemos soportar la imagen de ver un futuro donde una presa vaya a inundar ese paraje espectacular.

Mientras almorzamos, hablamos de unas cosas y otras, bebemos un poco de vino, y revivimos esos momentos de disfrutar de la montaña con las amistades y el buen ambiente que se genera.

Pasado el tiempo, y algunos con el buche lleno pero pensando en la comida ya, nos preparamos de nuevo para comenzar la bajada.

Comenzamos el descenso, donde el uso de las cadenas y el disipador se hacen indispensables en algunos momentos. En éste, hacemos un paréntesis para subir de nuevo un poco un muro, y que sin perder mucho tiempo volvemos de nuevo a bajar. De camino, volvemos a observar las muchas cordadas que dominan la roca en frente de nosotros, y algunos pensamos en volver algún día para ser nosotros quienes las conquistemos con nuestras manos y pies.

Poco a poco continuamos bajando hasta alcanzar de nuevo los coches. Ya es tarde pero ha merecido la pena. De nuevo otro gran día de montaña!!!!

A continuación, las pruebas de nuestra aventura.


Pues parece que hace frío, no?