martes, 5 de noviembre de 2013

VIA ANOREXIA (V+, 130m)




Con la llegada del mal tiempo las salidas a los Pirineos se ven más comprometidas, por lo que hay que buscar alternativas que mezclen la naturaleza con la actividad, y proporcionen las mismas emociones que ascender un pico, siempre con buena compañía, y un buen almuerzo que degustar.

Así queremos dar comienzo a una nueva sección del Blog en la que contemos nuestras aventuras por la roca, donde iremos colgando estas nuevas actividades en las que nos estamos iniciando, escalar vías de varios largos en estilo deportivo.

Allá por el mes de mayo, la cordada Israel-Palacin se iniciaron en este tipo de escalada haciendo en Peña Rueba “los terceros también existen” (5b, 270 m, 5a obligado). Fue una gran experiencia que nos gustó mucho, y nos dejó con ganas de más. 

Por ello, y a pesar de todo el tiempo pasado, el  pasado viernes 1 de noviembre volvimos a la carga en el Mallo Colorado de Riglos, donde la vía elegida fue “Anorexia” (V+, 130 m).

La vía está dividida en 4 largos: L1 (V+), L2 (IV), L3 (IV) y L4 (V). No es difícil, a pesar del aleje de las chapas, pero andando con cuidado se hace muy disfrutona y entretenida.

La escalada la iniciamos a las 10 de la mañana, tras unos pocos minutos de aproximación que ya te hacen entrar en calor, y la posterior preparación de todo el material. 

A Palacin le tocó abrir el primer largo, que solo tiene una pequeña complicación, una “típica tripa” de cualquier mallo de Riglos. Pero está muy bien protegida, y con un poco de maña se supera. El segundo largo y tercer largo los abrió Isra, y el último de nuevo fue para Palacin. Al final, tras 1h 40 min conseguimos llegar hasta la cima, muy contentos, y con ganas de volver a repetir. Este mallo tiene otras 4 o 5 vías asequibles para nuestro nivel que seguramente vayamos haciendo con el tiempo.

Para descender hay un rapel de unos 30 metros, que se hace desde una sirga situada en una sabina arriba del todo. Y tras el rapel, se coge una senda que discurre entre arbustos hasta la base del Mallo.

Como aún era pronto, decidimos ir a probar un poco alguna vía de un solo largo, también en deportiva, situadas en la base del puro. Durante el camino disfrutamos mucho de las increíbles vistas de la visera, llena de cordadas que poco a poco, como hormiguitas, iban subiendo por esta increíble pared, la cual se nos queda todavía lejos de nuestras posibilidades, pero quién sabe en un futuro sino seremos nosotros quienes subamos por esas magníficas vías. Ya, en la zona del puro, probamos una vía emocionante, pero dura, y posteriormente nos retiramos a comer, para lo cual tuvimos que ir hasta Ayerbe debido a problemas de logística (falta de pan), en ambos bares de Riglos. 

Como anécdota, y consejo, es muy recomendable llevar casco cuando pasemos por debajo de los mallos,  ya que nunca se sabe si te pueden caer piedras de arriba, o incluso, algún pie de gato como nos pasó a nosotros, procedente de una cordada de franceses que estaban por encima ascendiendo el Puro. No sabemos cómo subiría al que se la cayó el gato, pero por un metro no nos abrió la cabeza ese maldito zapato.

A continuación, algunas fotos de la esta increíble aventura. Disfrutarlas!!!



Mallo colorado de Riglos, allá que vamos!!!