miércoles, 20 de febrero de 2013

CHIPETA ALTO (2189m)




Tiempo de subida: 4 horas.
Tiempo de bajada: 2h 30 minutos.
Elevación mínima: 1260 m.
Elevación máxima: 2025m.
Incremento de elevación: 833m.
Distancia total: 15 km.

El pasado domingo,  día 17 de febrero del 2013, la expedición de “Al filo de lo imposible” de Artieda, comandada por el subcomandante Carlicos, e integrada por Palacin y Victor, en busca de nieve y aventura viajaron hasta el camping de Zuriza, en el valle de Ansó, con la intención de andar un poco por la nieve, disfrutar del sol, y pasarlo bien entre conversaciones y naturaleza. Se calzaron las botas, algunos a estrenar, y los crampones para acometer la ascensión al pico de Chipeta Alto, que da nombre al valle surcado por el río Chipeta, por el cual discurre la GR-11, y fue nuestra ruta hasta desviarnos para la subida final a la cima.

Sin madrugar mucho, a las 8 de la mañana salimos con el coche desde Artieda, sin faltar los típicos retrasos mañaniles de quién se queda dormido, o acaba de hacer la digestión.

Llegamos al camping de Zuriza, donde la nieve ocupaba todo el espacio, ocultando la pista que nos acerca hasta el parking desde donde empezar la aventura, para ahorrarnos un par de kilómetros a pie.

De esta manera, aparcamos en el mismo camping, nos dimos la crema de protección solar, que después se nos quedo escasa, y con las polainas y mayas (que culico marcaba alguno) puestas, empezamos a caminar.

Alcanzamos la zona del parking, y con la primera rampa antes de llegar al primer collado, se hizo imprescindible la colocación de los crampones. La expedición continuó la marcha, siempre cercanos a los esquiadores de travesía que nos daban algo más que envidia, sobre todo horas después cuando tú te hundías hasta la cintura y cada paso era una tortura mientras que ellos surcaban las laderas describiendo grandes S.

Conforme avanzaban los minutos, los problemas de ampollas provocadas por el roce de unas botas nuevas comenzaron a hacer mella y mermar la salud de nuestro subcomandante, quién vio poco a poco como su salud se mermaba, notando músculos en las piernas que quizá nunca había sentido antes. Entre los problemas internos, y los externos (Palacin y Victor) que empeñados en ir ladera arriba para llegar antes a la cima provocaron el cansancio extremo de las piernas, el ritmo de la excursión fue a menos, y con paciencia y mucha tozudez, a las 4 horas de caminar, llegamos a lo que podríamos definir como la ante cima, donde cansados y hambrientos decidimos parar para almorzar, descansar, y poner rumbo de vuelta al coche. Nos faltaron pocos metros para completar la ascensión, pero nos quedamos muy contentos porque el esfuerzo fue alto, la altura no variaba mucho, y las vistas seguían provocando cierta excitación interna.

Tras media hora de almuerzo, a las 14:30, con el sol apretando las nucas de manera grave, y la nieve más blanda que al principio, iniciamos el descenso. Había pendientes que podías ir corriendo y no te hundías ni un palmo, pendientes que podías bajar esquiando con las botas, y pendientes en las que te hundías hasta la cintura, de las cuales acababas hasta los mismísimos de nieves,  literalmente.

Al final, cerca de las 16:30 alcanzamos el coche, cansados y algo quemados, pero muy contentos,  había sido una jornada dura, pero de unas vistas espectaculares. Tras las mudas de ropas, nos tomamos unos refrigerios en el bar y un bocadillo que puso punto y final a un nuevo gran día de montaña.

A continuación algunas fotos de la expedición.


De primeras descansando ya.

lunes, 18 de febrero de 2013

PEÑA OROEL (1770m)- INVIERNO


El sábado 16 de Febrero, una nueva excursión, pero por primera vez en la historia del blog “Montañeras/os de Artieda”, la expedición estaba formada por todo mujeres, ¡y menudas mujeres! Estas son Paula, Mirta, Cristina, Ane y Yaiza.
El ascenso duro aproximadamente 1h 40 min. Parece una montaña fácil, pero el mérito lo tienen todas ellas, ya que alguna no está acostumbrada a la montaña. De camino hacia el parador hubo tensión en el coche ya que en más de una curva de la carretera estaba con hielo, y el susto nos lo dimos, así que despacito, despacito, llegamos hasta el parador en coche.
Emocionadas con la nieve, comenzamos a subir por la senda más conocida que lleva desde el Parador Oroel hasta la cima. Con un ambiente lleno de cánticos y melodías, Ane nos dio un susto cuando le costaba respirar, pero en pocos minutos se recuperó sin ningún problema y seguimos con el ascenso. No penséis que Ane tiene baja condición física  ni mucho menos, incluso es una Vasca de Pura Raza, pero está acostumbrada a la playa, que es de Donosti. Después de acabar la senda de pinos, por fin llegamos al collado, donde los Pirineos nos esperaban tan bonitos e imponentes como lo son siempre.
El collado estuvo entretenido, ya que la capa de nieve era bastante profunda, y alguna que otra persona acabó hundiéndose hasta la cintura, séase Ane, Mirta, Paula (se enfrió un poco por las circunstancias), Cristina y Yaiza. Vamos que todas caímos…
A las chicas le apetecía tomar el sol, y de veras que lo hicieron, hay pruebas más que justificadas…
Una vez en la cima, para no perder costumbre, almorzamos un poco de embutido, alguna pieza de fruta y frutos secos.
La bajada no tuvo nada que envidiar a la alegre mañana. Así en 40 minutos llegamos hasta el Parador Oroel, donde cogimos el coche y volvimos hacia casa.
Y de esta forma animo o toda chica que quiera a unirse a las aventuras de “Montañeras/os de Artieda” que no suele haber casi mujer en sus excursiones.
¡Os dejo unas fotos para que disfrutéis de TODAS las vistas!


Salida desde el Parador Oroel.