Vamos a darle un poco de vida a este blog, que está digamos,
un poco muerto… Y que mejor modo de retomarlo que con una fucking awesome
adventure (jodida impresionante aventura) por las tierras francesas que dominan
los Alpes sureños, es decir, por Ecrins y compañía.
Así pues, sin más dilación, sin tapujos, sin gallumbos, y
con bien de tornillos de hielo, comida ecológica km 0 que te provoca dos idas y
venidas diarias al WC, y cervezas suficientes como para quedar solo 3 unidades
(menos mal que teníamos un integrante bien entrenado en el noble arte de la
hidratación constante) pal viaje de vuelta después de 8 días consecutivos, nos
fuimos 6 montañeres de Artieda a tierras francesas con la misión de salir,
beber, el royo de siempre, meterme mil ra… que no, que somos deportista de
elite!!! Bueno, si queréis saber que se nos perdió por allá, tendréis que
seguir dándole a la lectura.
Antes de comenzar con nuestras movidas freakis, déjenme
presentarles a los diferentes miembres de la expedición. Alfonso, o como
después de darnos un cursillo intensivo de perder el miedo a volar, Alfall o Alfallson.
Kike, el eterno joven 28 añero. Dani, doctorado en el nombre arte del
vandalismo, o el Robin Hood de los alpinistas. Oscar, a quién se le puede salir
el hombro mientras te asegura, todo sea por darle emoción… Maddi, la que escala
igualmente columnas de quinto grado con los nomic que con los quark (y gracias
que aún cogía los piolos, es vasca…). Y Sergio, el puto y jodido impaciente que
fue a escalar, no a hablar por walkies.
DÍA 1:
Debido a nuestra baja, o nulla experiencia en el noble arte del hielo, nos vamos a zona
segura, Aiguilles, un pueblo en donde tienen a un aguacil que se deja día,
tarde y noche los aspersores encendidos para regar las paredes y así conseguir
cascadas de hielo “artificial”.
Las condis no son las mejores, pero cuando hay motivación,
hasta por calipos te subes para picar algo de hielo.