jueves, 11 de julio de 2013

Peña Foratata 2341m

Gran mole pétrea situada en el fondo del Valle de Tena, por encima del pueblo de Sallént, de aspecto inaccesible por todas sus caras. Aparcamos el coche en el artificial pueblo de Formigal. El calor ya se hace notar a pesar de que son las ocho y media. Salimos desde la zona más alta de Formigal por una senda muy bien marcada. El paisaje es impresionante, todo está muy verde y lleno de flores. Los Barrancos bajan todos llenos, parece que estamos en mayo. La senda nos lleva a rodear todo el macizo de las Foratatas, por su lado más occidental. Después de pasar este collado nos olvidamos ya de la sombra que nos ha acompañado durante este tramo de subida. Pasamos a la cara norte, por donde haremos una travesía a media ladera, que después de sortear y cruzar algún nevero tardío, llegaremos a la gran horcada que separa las dos puntas de Foratata. Aquí debatimos si coger la vía por la faja herbosa o por la cara NO. Al final nos decidimos por esta segunda opción, según hemos leído la piedra es de mayor calidad a pesar de que tiene un poquito más de dificultad. Delante nuestro van unos franceses, los seguimos. Después de hacer una pequeña trepada de IIIº, nos encontramos en una incómoda canal de piedra suelta, que desemboca en una segunda horcada. Desde aquí observamos a los franceses subir por la chimenea, más vertical de lo que en principio pensábamos. Decidimos asegurar la subida, es bastante expuesta. Mientras estamos sacando todo el material de cuerdas y demás, al lado del comienzo de la chimenea, escuchamos unos gritos desgarradores y muchos golpes por encima de nuestras cabezas, nos apretamos a la pared para evitar ser golpeados, por un momento pensamos que eran los franceses cayendo. Son dos grandes rocas(entre 50 y 100 kilos cada una) que caen por la chimenea que íbamos a subir, nos quedamos blancos y muy impresionados, a estado cerca. Así que decidimos no tentar a la suerte y bajamos un poco para probar la vía de la faja hermosa, todavía estamos temblando. Volvemos a la gran horcada, desde allí descendemos por la cara sur, por una incómoda canal de piedras sueltas, hasta llegar a la faja herbosa. Preciosa faja colgada en mitad de la cara sur de Peña Foratata, muy aérea, pero sin dificultad. Después de unos minutos llegamos a la subida propiamente dicha, la primera chimenea, señalada por una flecha roja pintada en una roca. La subida es fácil,IIº+, pero la roca muy inestable, andamos con mucho cuidado para no tirarnos piedras unos a otro. A partir de aquí toda la subida es muy expuesta y aérea. Después de todo esto llegamos a la ansiada cumbre. Allí nos encontramos con los franceses, se alegran mucho de vernos y nos piden disculpas, nos dicen que ellos también se asustaron mucho, por lo que nos hubiera podido pasar.
Las vistas son increíbles, hacia cualquier sitio que miremos, estamos rodeados de altas cumbres, desde el Anie hasta los infiernos, Garmo Negro,etc... Disfrutamos mucho de la cumbre, decidimos bajar antes de almorzar, bajar de aquí con la tripa llena no nos parece buena idea. Bajamos por donde pensábamos subir en principio, aconsejados por un montañero qué estaba allí y había subido varias veces, así que lo seguimos. Empezamos por una cómoda arista muy aérea, qué poco a poco se va estrechando hasta convertirse en una fina arista descendente, la bajamos con mucho cuidado, en muchas ocasiones con el culo en el suelo y avanzando muy poco a poco. Al final de esta arista llegamos hasta 2 rápeles, que nos dejaran en el lugar dónde nos habían caído las piedras. De aquí bajamos a coger la senda y para abajo. Ya en el collado encontramos una pequeña sombra bajo un pino, dónde nos comemos un merecido y copioso almuerzo. Después bajo un sol plomizo llegamos hasta el coche. Un preciosa excursión, eso si, poco recomendada para gente con vértigo o poca experiencia.