domingo, 5 de octubre de 2014

ANAYET POR VÍA DEL SARRIO II+ (2.545 mts), VÉRTICE DEL ANAYET (2.559 mts) y ESPELUNCIECHA (2.399 mts)

Fecha: 13/07/2014
Hora de salida: 8:48 h
Hora llegada al ibón del Anayet: 10:30 h
Hora de llegada a la cueva minera del Anayet: 11:10 h
Cima Anayet: 12:25 h
Cima Vértice del Anayet: 13:45 h
Cima Espelunciecha: 14:22 h
Ibón Espelunciecha: 15:05 h
Hora llegada coche: 15:25 h
Tiempo total: 6 h 38 min

Hace ya unos cuantos días que tachamos una aventura que teníamos marcada en rojo en la lista de expediciones obligatorias que hay que hacer, y es que subir a un monte tan bello, tan magnífico, y tan simbólico, como es el Pico Anayet, haciéndolo además por su famosa vía del Sarrio (II+), es algo que desde hace unos años nos habíamos prometido realizar.
Así, tras una semana de intenso estudio de la ruta mirando en diversos blogs información más que necesaria para facilitar la aventura, Kike, Isra, Oscar y Palacin nos adentramos en esta diosa de las montañas, encarándola con el respeto que se merece, y el amor que le profanamos.
La mañana empezó desde el parking de Espelunciecha, en la base de los telesillas de Formigal (hormigal para los que vomitamos en este tipo de complejos construidos sobre la especulación, la corrupción, el dinero público, y el juego sucio y mal interesado con el medio ambiente) para empezar a caminar dirección al puerto de Canal Roya, primera parte de la ruta que sube unos cuantos metros entre las pistas de esquí de la estación y algún pequeño atajo que nos inventamos.
Desde este lugar, giramos hacia la izquierda y vamos flanqueando por una pedrera que pasa por las faldas del Espelunciecha hasta llegar a alcanzar una pequeña vía ferrata que nos ayuda a subir a los ibones de Anayet. La ferrata está situada ya a la derecha del Espelunciecha, algo más alta de la mitad de la muralla que separa el valle de Canal Roya, de sus ibones, y no está muy bien señalizada, pero es fácil de subir, aunque asegurarse no es para nada una mala idea porque patio hay un rato largo.
Posteriormente, nos dirigimos hacia el comienzo de la vía, situada más o menos a la derecha de una antigua mina que explotó el hombre hace unos añicos, pero creemos que no tuvo mucho éxito porque las dimensiones de la misma tampoco son extraordinarias por su tamaño. Desde aquí, la ruta empieza a subir,  primero a la izquierda, luego a la derecha, flanqueamos un poco de aquí para allá, mientras vemos a una cordada escalar por el corredor de los franceses, pasamos por una zona algo expuesta, aquí un trepada y seguimos flanqueando, hasta acabar con una fácil trepada por hierba y roca de buena calidad que nos deja en la cima del Pico de Anayet. Sé, y soy consciente, de que leído así pueda sonar confusa la descripción de la vía del Sarrio, pero no era la intención dejar detalladamente la ruta, porque nunca hemos sido muy “técnicos” y creemos que las fotos harán mejor labor que las palabras, ya que a nosotros así nos pareció tras estudiar en otros blogs la vía.
En la cima, nos relajamos y dejamos liberar la tensión y adrenalina creada tras la magnífica aventura recién vivida, entre fotos, risas y sardinas, jamón, longaniza, pan, chorizo, queso, alguna fruta, y la bota de vino!!!!!  Estoy seguro que aún me dejo algo…
Empezamos a bajar del Anayet en dirección a los ibones por la ruta normal, la de toda la vida, la de Dios, la fácil, la de domingueros, sí, esa misma de la cadena. Y a la altura del collado que separa el Vértice del Anayet del Pico del Anayet, discutimos si subir o no al Vértice. Al final, Palacin solo va on fire a este segundo pico de la jornada, mientras el resto, the rest, siguen dejándose arrastrar por la fuerza de la gravedad hacia los ibones, donde poco rato después el grupo se reajunta, se dan unos achuchones y deliberan subir por amplio consenso al Espelunciecha, 2 pico para algunos, 3 para otro. 
La subida, aunque pronunciada, no es muy larga, y los metros se ganan fácilmente por una senda bien marcada, así pues, nuestras piernas híper musculadas que son la envidia de unos cuantos domingueros postrados en los regazos de los ibones de Anayet, nos portan en un plis plas a la cima, desde donde nos relajamos un poco para observar claramente por donde va la vía del Sarrio, y recordar los múltiples flanqueos, trepadas, y zonas “algo” expuestas y aéreas que conforman la vía.
Ya solo nos queda bajar, y algo cansados, pues las horas y el sol que aprieta de lo lindo comienzan a notarse en la cabecica, nos dejamos llevar por una pendiente bastante inclinada que campo a través, nos lleva directos hacía el coche de nuevo.
Pero aún quedaban aventuras (peligrosas) por vivir, y es que ver a Kike en gallumbos no tiene precio, y verlo metiéndose en el Ibón de Espelunciecha ya es para mear y no verter gota, puro espectáculo, pura magia, pura poesía física, algo que nunca olvidarán mis retinas. Y si aún no estáis flipando en colorines, agarraros  a donde podáis que aún quedaba lo mejor, el descenso corriendo en gallumbos mojados y camiseta prieta, con mochila y gafas de sol. Sí amigas y amigos ya puedo morir tranquilo, porque mis ojos han sido testigos de la cosa más bella que alguien puede observar… 

Ala, a continuación, las pictures “imágenes” de la aventura.


Iniciamos la aventura con el Midi a nuestras espaldas. 




Ese piolet rico que nos porta el Isra hasta la cumbre del Anayet.


Y a los pocos minutos de empezar a caminar (podéis ver los coches abajo) primera parada técnica.


Tarirorariro!!!! ÑAM ÑAM


Selfies 


More selfies


Y el Anayet... Alucinante este símbolo del Pirineo.


Ahí que nos dirijamos decididos a ascender por la vía del Sarrio. 


Y a nuestros pies, el valle de Canal Roya, un paisaje que tenemos que cuidar entre todas y todos los amantes de la naturaleza.


Flanqueando por la primera pedrera buscando la vía ferrata.


Ahí arriba están los ibones del Anayet,


Ecco la, la vía ferrata, 


Y el patio al fondo, las vistas no están mal.


Es fácil y está bien equipada, pero como ya he dicho antes, mejor echar arnés y cabo de anclaje o disipador.


Oscar primo subiendo por la ferrata.


La segunda chimenea por la que sube la ferrata.


Los tres magníficos bajo mis pies!!


Continuamos subiendo...


Desde los neveros del fondo hemos venido andando por la derecha, justo por encima de la pedrera y por debajo de la pared, hasta encontrar la ferrata.


Esta foto dedicada a Raquel Iguazel, de parte de Isra, que se acordó de ella al ver las flores. UOOOHHH KE BONITO!!


Isra sujetando la roca para que no se caiga.


Que rico aroma el de estas flores.


Kike e Isra acabando la ferraata.


Vistas al Midi durante todo el día. 


Y ya desde los Ibones, comenzamos a andar hacia la base de la vía, que más o menos comienza donde el nevero de más arriba que se puede ver en la foto.


Y esa es la cueva, antigua mina, justo a la derecha comenzaremos a trepar, flanquear...


La pequeña mina.


Foto a los ibones desde la mina. El día está espectacular!!


Los tres mosqueteros mirando donde picar un poco.


Y aquí un croquis de por donde va la vía. La autoría de la foto no es mía, lo confieso...


Empezamos a trepar.


No es difícil, salvo un paso, que se encuentra por el principio de la vía.


Isra va de primero con ferreo paso por las rocas.


Aquí el paso complicadillo, que con pericia y confianza se supera sin mayores sobre saltos.


Vistas bajo nuestros pies. 


Los flanqueos, trepadas y risas son constantes.


Un poco de escalada?


A tope de motivación primico!!


JUUUUUUU 


Por aquí la zona expuesta, no es para mucho, Basta con andar seguro por la hierba y pisar fuerte.


Que modelos tenemos en Artieda.


Pasando por debajo del gendarme grande. Es más fácil que por su creta, además exige rapelar al final del mismo.


Que dos grandes, el Midi and Kike!!


Espectacular lo afilado que es este gendarme, da miedo asomarse a la derecha del mismo.


Foto cima. Fantástica aventura la nuestra, y lo que quedaba aún...


Besando una de mis pasiones, el Midi!!!


Esta cima va por ti, Ana Maria!!!


Como desde cualquier cima del Pirineo, el mar de picos es inmenso ante nuestras vistas.


Ouhhhh yeah babies, almuerzo rico rico rico...


De bajada por la vía normal, en el tramo de las cadenas.


Nada más por esta imagen, mereció la pena un poco más el esfuerzo para subir al Vértice.


Y ahora ya estamos en la cima del Pico Espelunciecha, desde donde podemos ver toda la excursión que hemos realizado. 


HAHHAAHAH ese gorro Darwinista del Kike.


Y aquí la ladera por la que bajamos como cabrillas desde Espelunciecha.


Ahora el ibón Espelunciecha, con los caballos y las vacas a sus alrededores.


EL autentico tritón pirenaico nos apareció entre sus aguas!!!


Que os decía? pura poesía física, pa mear echar y no echar goto, que no? WAPETOOONNNN


Foto sexy de despedida.


Y el bocata merecido tras una magnífica jornada de pura montaña.

YESA NO PAS!!! ARTIEDA NO REBLA!!!




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